febrero 26, 2013

Cuando te gusta hacer cosas, tener sobrinitas (también sirven las hijas de los amigos) y aprovechar cualquier circunstancia que se presente  para regalar algo hecho a mano, es algo que hay que explotar sin dudarlo.

A una de ellas le empiezan a gustar todo tipo de actividades creativas, y por otra parte ya he hablado de mi afición por los sellos hechos a mano, así que su cumpleaños era la excusa perfecta para, entre otras cosas, regalarle un sellito. Carvar (así se llama esto de ir sacando relieve a un trozo de goma hasta grabar una imagen que después se usa para estampar) es cuestión de práctica y es una actividad adictiva y asequible, pues basta con un trozo de goma y una gubia de las que se utilizan para grabar linóleo. El procedimiento también es sencillo, se traspasa un dibujo al trozo de goma o se dibuja a mano alzada si tenemos suficiente seguridad


Se va vaciando por zonas, en este caso he empezado por delimitar primero los contornos para asegurarme de que quedan limpios (llevarse un trozo de goma imprevisto es fácil si estás muy entusiasmada),  ya que si hay fallos en este paso es preferible desecharlo y no perder tiempo en seguir con un trabajo que no va a quedar bien. Una vez que hemos ido delimitando todo el dibujo, y comprobado que ha quedado mas o menos bien, vaciamos las zonas donde no queremos que se deposite tinta a la hora de estampar

Se delimita el diseño (no son tus ojos, es la foto)

Dos pruebas, una con el contorno marcado y otra con el diseño ya vaciado

Después se van haciendo pruebas hasta asegurarnos de que ha quedado ok, ^^. Y ya está listo para regalar.



Para la otra, que aun es pequeñita, una camiseta a la que ha saltado "Reina". Una camiseta personalizada colma mis expectativas en lo que a regalos se refiere, ya que por una parte es algo práctico, pero también te permite añadir un toque expresivo a una prenda sencilla mediante cualquier técnica que se adapte, en este caso bordado




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